Vamos a resumir a continuación a grandes rasgos las distintas vías de administración de fármacos, en función del tipo de vía, ventajas e inconvenientes y alguna de sus principales características.
1. Vía oral
Es la más utilizada por ser cómoda, barata y adecuada para tratamientos crónicos. Requiere que el paciente tenga voluntad de tomar la medicación y que pueda deglutir. No debe usarse en caso de paciente con vómitos, inconsciente o fármacos irritantes. Puede utilizarse para ejercer efectos locales en el tubo digestivo y más frecuentemente con fines sistémicos.
2. Vía sublingual
El fármaco se absorbe por la mucosa sublingual, pasando directamente a la vena cava y eludiendo el primer paso hepático, por lo que su efecto es más rápido e intenso.
3. Vía transmucosa
A través de la vía bucal o translingual el fármaco permanece en la boca y se absorbe por la mucosa.
4. Vía rectal
Es una vía incómoda y con una absorción errática, lenta e incompleta. Evita parcialmente el primer paso hepático. Resulta útil cuando no se puede usar la vía oral, pacientes inconscientes, vómitos y pacientes quirúrgicos. También para fármacos que irritan la mucosa gástrica, se destruyen en el estómago o tienen mal olor y sabor. Algunos medicamentos que pueden ser administrados por vía rectal son los analgésicos, antieméticos, laxantes locales, ansiolíticos y anticonvulsionantes.
5. Vía intravenosa
Es la vía de elección en situaciones agudas. No depende de los procesos de absorción, por lo que es más rápida, permite infundir grandes volúmenes y administrar los fármacos con mayor precisión. Puede ser de acceso periférico y central. Requiere material y personal especializado y tiene más posibilidades de ocasionar reacciones graves y complicaciones.
La administración se puede realizar de forma continua, discontinua o intermitente y en bolo:
- Infusión continua: administración del medicamento en un tiempo establecido y manteniendo una concentración plasmática en sangre continua.
- Infusión discontinua o intermitente: infusión durante un breve periodo de tiempo y con pequeños volúmenes de solución (50 a 250cc) a través de un equipo de perfusión. Se puede interrumpir la perfusión principal o administrar ambas de forma simultánea si son compatibles. Recomendado cuando la estabilidad del fármaco reconstituido es breve, si se desea pequeño aporte de líquidos o cuando se necesita disolver en una cantidad determinada de solución.
- En bolo: administración de una dosis concentrada del fármaco directamente en el torrente sanguíneo mediante una jeringa. Precisa precauciones especiales ya que no da mucho tiempo para corregir errores, por lo que se recomienda en casos de actuación inmediata, cuando la medicación a administrar no requiera dilución, o se necesite obtener niveles pico en sangre que no se puedan conseguir de otra manera.
6. Vía intraarterial
Se utiliza para conseguir altas concentraciones a nivel local de algún fármaco o para infundir solución de contraste necesario para la realización de pruebas diagnósticas como las arteriografías.
7. Vía intramuscular
Se usa frecuentemente para fármacos que se absorben mal por vía oral. También para mejorar la adherencia terapeútica o cuando se necesita un efecto prolongado, mediante fármacos de depot.
8. Vía subcutánea
Tiene una absorción más lenta, que disminuye aún más en el caso de hipotensión o vasoconstricción. La vasodilatación y la administración con hialuronidasa aumentan su absorción. Está contraindicada en pacientes con trastornos vasculares o con el tejido subcutaneo con gran adiposidad o alteraciones cutáneas graves.
9. Vía tópica
Para aplicación de geles, cremas y pomadas de efecto local y mediante parches para la administración sistémica de algunos fármacos. Los fármacos por vía dérmica se deben administrar sobre piel sana, salvo en el caso de querer actuar con el fin de ayudar a la curación de la piel. Esta vía evita variaciones en la concentración de los fármacos, aumenta la duración de la acción y mejora la adherencia terapéutica.
10.Vía intranasal
Se usa en el tratamiento local de rinitis y congestión nasal. También para la administración sistémica de algunos fármacos. Este tipo de medicación puede estar contraindicada en caso de haber un deterioro de la mucosa de la nariz, así como un deterioro de la integridad cutánea de la zona.
11.Vías epidural, intratecal e intraventricular
Estas vías se utilizan para la administración en el Sistema Nervioso Central de medicamentos que atraviesan mal la barrera hemato-encefálica y para conseguir altas concentraciones en determinadas zonas. Es una vía compleja de utilizar y con riesgo de neurotoxicidad.
12. Vía inhalatoria
Se usa sobre todo para fármacos que deben actuar sobre el tracto respiratorio. Dependiendo de la técnica y forma farmacológica, el medicamento se depositará a uno u otro nivel. Se utiliza también para la administración de gases y anestésicos.
13. Vías conjuntival, uretral, vesical y vaginal
Se usan para actuar de forma local sobre las mucosas, o de forma sistémica (lavados endovesicales con citostáticos).
14.Vía intraperitoneal
Se utiliza sobre todo para diálisis e intoxicaciones.